ISOSTAR DESERT MARATHON, UN ANTES Y UN DESPUÉS

Esta carrera me ha dejado una huella imborrable que ha marcado un antes y un después en mi vida deportiva.

Bueno, antes de nada, voy a intentar responder a una pregunta que me han hecho muchas veces:

¿Por qué haces locuras de éstas?
La respuesta no la se, sólo se que poco a poco vas haciendo carreras más y más duras, una media maraton, una maraton, un Ironman..., y no te das cuenta que cada vez le estás exigiendo más al cuerpo.
 Para que me entendáis, es como el que fuma, y sabe que es malo para la salud y es incapaz de dejarlo, o como el escalador que sube el Everest con el riesgo que supone.
Pues bien, como al fumador que le enseñan una radiografía de sus pulmones. A mí, esta carrera me ha enseñado el lado más oscuro del deporte que practico.
A partir de ahora, voy a darme una tregua, y voy a dejarme de retos y competiciones duras y me voy a dar a la buena vida jeje!. Seguro que el cuerpo me lo agradece. Que ya estoy muy mayor! jeje!
Con esto, no quiero decir que el deporte sea malo. Pero llevarlo hasta ciertos extremos, como yo lo he hecho este fin de semana creo que si.


CRÓNICA DE LA ISOSTAR DESERT MARATHON

A las 12.00 de la mañana de un día muy caluroso tomamos la salida 140 valientes dispuestos a enfrentarnos a una dura carrera. ( 112 kms por el desierto de los Monegros y con la única ayuda de 1, 5 litros de agua y 0,5 litros de isostar cada 13 kms ).
Salgo muy conservador, pero aún así marcho en torno a la 7ª posición. El ritmo me parece bastante cansino pero mantengo el ritmo porque la carrera es larga.
Al llegar al primer Punto de Control, nos dan una botella de agua y un botellín de Isostar, ambos a tª ambiente, así que lleno mi mochila con el líquido que creo necesario para llegar al siguiente P.C.
Desde aquí me junto con  "Mia", un corredor que lleva el mismo ritmo que yo y le pregunto su tiempo en Maraton, un poco mayor que el mio, así que el ritmo que llevo es el que me corresponde.
Pasamos a corredores que iban por delante hasta alcanzar al 3º que se nos une.
Llegamos al siguiente P.C en el Km 28 y me lleno la mochila un poco más porque había quedado corta en el tramo anterior.
El siguiente tramo es de 12 kms, más corto pero la sorpresa está por llegar.
Voy junto a "Mia" al que veo un poquito más flojo que yo, cada vez que anda le espero, porque no quiero ir sólo.
A mitad del tramo, el camino se desvía y nos adentramos campo a través, así que correr resulta casi imposible y caminamos a paso ligero.
A partir de aquí noto un bajón, el agua se me ha terminado. Y encima tenemos que escalar una montaña muy pedregosa. Me empiezo a debilitar, y mis dos compañeros se me han alejado 50 metros. Me gritan desde arriba " Vamos no te pares" pero el bajón es de vértigo. Llego a lo alto de la montaña y me siento a esperar el siguiente corredor para no ir sólo. Aguanto 100 metros y no puedo más, hay que subir un ultimo repecho y me hundo. Me empiezo a marear y busco una sombra que no la encuentro. Me viene justo para buscar el teléfono de emergencias y decir mi posición para que me vinieran a buscar. La vista se me nubla y no puedo andar. Solamente me queda esperar a que venga el siguiente corredor y me ayuda a encontrar el camino hasta el cual pueda llegar la ambulancia.
Esos 5-10-15 minutos han sido los más angustiosos de mi vida. Quiero dar mil gracias a ese chico que me ayudó a llegar hasta el camino donde luego llegó la ambulancia.
En fin, que no tengo muchas ganas de seguir contando esto. Sólo se que la mitad de los participantes abandonaron esta dura prueba. Muchos de ellos Finisher del Marathon de Sables y con mucha experiencia en sus piernas.

Lo importante es que estoy bien, y con la moral muy alta a pesar de este duro palo. Y gran parte de que me encuentre tan bien, es gracias al apoyo de la gente.

MUCHÍÍÍSIMAS GRACIAS A TODOS LOS QUE ME HABÉIS APOYADO !!!